jueves, 9 de diciembre de 2010

50 ANIVERSARIO PICAPIEDRA



La alta “tecnología prehistórica”, la melodía inicial y, como no, el estruendoso grito de yabba dabba doo, son algunos de los elementos más característicos de estos dibujos animados, a la vez que huellas imborrables para todos aquellos que, en algún momento de la vida, hemos podido disfrutar de esta serie.
El pasado 30 de septiembre de 2010 se cumplieron los cincuenta años de vida de Los Picapiedra (The Flintstones), una exitosa serie de dibujos animados para TV y que llegó a estar en antena desde 1960 hasta 1966.
Los Picapiedra fueron creados por William Hanna y Joseph Barbera, dibujantes y fundadores de Hanna-Barbera Productions, compañía de dibujos de animación de la cual también han salido, entre otros, Tom y Jerry, El oso Yogi o Scooby-Doo.
Los 166 capítulos de Los Picapiedra están ambientados en la Edad de Piedra en Piedradura (Bedrock), pero que refleja a la vez el estilo de vida de la sociedad norteamericana de mitad del siglo XX, aquella que vivía y se sentía poderosa una década después de salir victoriosa de la II Guerra Mundial y que estaba preparando el envío del primer hombre a la Luna.
En efecto, Pedro Picapiedra (Fred Flintstone) y Pablo Mármol (Barney Rubble), con sus respectivas y sufridas esposas Vilma y Betty, con los niños Pebbles Picapiedra y Bam Bam Mármol, y hasta con la mascota Dino, representan la clase media de esa sociedad con su vida optimista y acomodada, con sus barbacoas en el jardín, sus partidas de bolos y hasta con su vehículo familiar: el troncomóvil, hecho con madera, ruedas de piedra y donde el motor era la fuerza de los pies del conductor.
Es un mundo de fantasía en el que dinosaurios, tigres dientes de sable, mamuts y otros animales hoy extintos no solo coexistían con los humanos, sino que daban forma a la más avanzada tecnología de aquel momento (mediados del siglo XX), ya que cualquier moderno aparato, por sofisticado que fuese, se hacía realidad gracias a la acción de algún animal: un dinosaurio era una excavadora; el pico de un ave hace las veces de púa para un tocadiscos; un mamut sirve como ducha; un gigantesco diente de un pequeño dinosaurio hace de abrelatas; un pájaro, picando la imagen en una roca, hace la función de una máquina fotográfica, etc.

Como en el fondo la serie se dirigía a un público adulto, fue patrocinada por la compañía de tabaco Winston, y, de hecho, los personajes aparecieron más de una vez fumando e incluso protagonizaron algunos anuncios televisivos de la referida marca.
Los compositores de la música de la serie fueron Ted Nichols, Will Schaefer y Hoyt S. Curtin, mientras que la letra la escribieron los propios William Hanna y Joseph Barbera.

En 1994 y 2000 Los Picapiedra fueron llevados al cine con dos películas dirigidas por Brian Levant. De la segunda, mejor ni hablar. La primera fue todo un éxito de taquilla, a pesar de su solo aceptable calidad cinematográfica. Con todo, goza de algunos puntos a su favor: la lograda ambientación que refleja el espíritu de los dibujos animados originales, la actuación de los actores principales y la llamativa música compuesta por David Newman.

Elaborado por Antonio Montelongo Hernández a partir de las siguientes fuentes:
-Wikipedia
-FilmAffinity
-Todosobrelospicapiedra
-La coctelera
Cartel elaborado por la alumna Elsa Brito Torres.
Modelo: Santiago

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